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Doce Misiones


 

     

1.      La Iglesia en misión para el servicio del prójimo

2.      La Iglesia en misión con María

3.      La Iglesia en misión entre los jóvenes

4.      La Iglesia en misión para la unidad de los cristianos

5.      La Iglesia en misión para llamar a la conversión

6.      La Iglesia en misión para los enfermos

7.      La Iglesia en misión para los discapacitados

8.      La Iglesia en misión entre las naciones

9.      La Iglesia en misión por la paz

10.    La Iglesia en misión alimentada por la Eucaristía

11.    La Iglesia en misión para el encuentro interreligioso

12.    La Iglesia en misión para los marginados

 
   

 

 

La Iglesia en misión con los voluntarios, para el servicio de los demás

La misión, de hecho, es doble.

Por una parte, la Iglesia está al servicio de los demás. Lo sabemos desde que Cristo, para indicar el sentido de su Pasión, y consecuentemente de su vida, lavó los pies de los discípulos. Es el mismo Cristo quien dijo: "Lo que hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."

Por otra parte, muchas personas trabajan como voluntarios, en el marco de asociaciones diversas. La solidaridad y el humanitarismo son valores de nuestro tiempo. ¿Cuál es el puesto de los cristianos en esta corriente? ¿Qué testimonio tienen que dar? ¿Es lo mismo "caridad" que "solidaridad"? ¿La solidaridad ha sustituido a la caridad?

En Lourdes, las Hospitalidades están en el centro de esta doble misión: para estar al servicio de los demás, los hospitalarios y hospitalarias pagan su desplazamiento y los demás gastos. Por lo mismo, es notable que, cada año, haya 100.000 disponibles.  


La Iglesia en misión con María

El 2 de marzo, en la 13ª  aparición, la Señora pidió una capilla y procesiones. ¿Para qué una capilla, si no era para celebrar la Eucaristía? ¿Por qué procesiones, si no como símbolos de la Iglesia que peregrina en la fe? 

 Jesús en la cruz, indicando a su madre, dijo al discípulo amado: "Ahí tienes a tu madre." El concilio Vaticano II ha fomentado este nombre de María: "Madre de la Iglesia". La madre de Jesús es la madre de la Iglesia: Ella guía constantemente a la Iglesia hacia su Hijo.

Llevando en ella el Verbo de Dios, María se dirigió aprisa al encuentro de Isabel. El nuevo mundo viene al encuentro del antiguo. Isabel exulta y Juan Bautista salta de alegría: la Visitación es el origen de la misión. ¡Que María acompañe a la Iglesia en su misión, a lo largo de la Historia!


La Iglesia en misión entre los jóvenes

En el tiempo de las Apariciones, Bernardita tenía 14 años. Dejó Lourdes para ir a Nevers, a la edad de 22 años. ¿Es quizás por esto por lo que los adolescentes y los jóvenes se encuentran tan a gusto en Lourdes?

Como en Taizé, como en las JMJ, los jóvenes, en Lourdes, tienen tiempo de encontrarse, de intercambiar, de crear un ambiente de oración y de fraternidad a escala universal. Lourdes añade la presencia de María, de los cristianos de todas las generaciones y la de los enfermos. 

Los jóvenes no se cierran cuando las personas y el lugar los reciben favorablemente: María los acoge y la Gruta recibe sus secretos.  


La Iglesia en misión para la unidad de los cristianos

Parece que en tiempos de Bernardita, no había más de tres familias protestantes en Lourdes y, en el ambiente de aquel tiempo, las relaciones ecuménicas debían ser nulas.
 
Con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción y el reconocimiento de las Apariciones, la separación pudo hacerse aún más profunda. Pero, a pesar de sus divergencias, todos los cristianos leen los mismos evangelios y proclaman el mismo Credo: "… fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen."

Lourdes ve llegar cristianos de todas las confesiones y de todas las partes del mundo: no sólo del oeste europeo sino también de Europa central y oriental, de América, de Asia y de África.


La Iglesia en misión para llamar a la conversión

En el centro de las Apariciones, del 24 al 28 de febrero, la Señora, que siempre sonreía, habla de penitencia, invita a Bernardita a realizar gestos desconcertantes como andar de rodillas y le pide que rece por los pecadores.
 
Al mismo tiempo, la Virgen indica a Bernardita un lugar bajo la roca. Escarbando en el suelo, la joven encuentra un poco de agua fangosa. Solo consigue beberla después de intentarlo varias veces. Pero unas horas más tarde, el agua es más abundante y está maravillosamente clara. Precioso símbolo de la conversión. A las lágrimas de la penitencia les sigue la alegría de la reconciliación.
 
El paso por la Gruta, el Viacrucis, el Camino del agua, las Piscinas son otros tantos signos que expresan nuestro deseo de conversión. El sacramento de la reconciliación se propone claramente a los peregrinos. Este sacramento, junto con la oración, la Eucaristía y el compartir, nos obtiene la indulgencia especial del jubileo.


La Iglesia en misión para los enfermos

Los enfermos están en Lourdes como en su casa. La primera curación tuvo lugar a partir del 1 de marzo de 1858. Desde entonces, las realidades "milagro" y "Lourdes" se asocian. Esto está justificado, pero es peligroso. Justificado, puesto que siguen realizándose curaciones extraordinarias. Peligroso, pues Lourdes no debe fomentar falsas esperanzas, porque la gracia de Lourdes es para todos y los enfermos encuentran fortaleza y esperanza, aunque no se vean curados de su enfermedad. La curación tiene múltiples formas…

Lourdes recuerda la peregrinación, los días 14 y 15 de agosto de 2004, del enfermo grave que era el Papa Juan Pablo II. Fue un testimonio vivo para todos sus hermanos enfermos y discapacitados.


La Iglesia en misión para los discapacitados

A la sociedad le duele más aceptar a los discapacitados que a los enfermos. Sobre todo si se trata de discapacidades psíquicas.

Desde hace unos años, el pabellón de la Oficina Cristiana de Discapacitados se convirtió en un servicio del Santuario y su lugar de acogida se sitúa definitivamente dentro del recinto, cerca de la puerta San Miguel (que será la puerta de entrada para el Camino del Jubileo). Esta permanencia está al servicio de los discapacitados, ya sea que vengan solos o acompañados, durante el tiempo de su peregrinación,  y también para darles a conocer todo lo que pueda ayudarles a vivir, allí donde se encuentren. Las familias y los amigos son también bienvenidos a este lugar. 


La Iglesia en misión entre las naciones

Cuando el Papa da la bendición  Urbi et orbi  desde la Plaza de San Pedro, los medios de comunicación enumeran las lenguas en las cuales expresa sus deseos. Los grupos que están en la plaza, más o menos numerosos, más o menos expresivos, aplauden. Podría pasar lo mismo, diariamente, en Lourdes. 

Como hay que limitarse, en Lourdes se hablan o se escriben habitualmente seis lenguas: el francés, el italiano, el español, el inglés, el alemán y el neerlandés. Pero en la procesión de la noche, el Ave María  se reza también en muchas otras lenguas, según los grupos presentes. 

Por encima de las lenguas, todos los peregrinos pueden reconocerse y participar en los mismos signos: el agua, la roca, la luz son universales. La enfermedad y la discapacidad, también. Lourdes es un lugar donde la expresión "familia humana" tiene todo el sentido.
  
La intensificación del transporte aéreo traerá a Lourdes peregrinos que vendrán de países cada vez más alejados. América del Norte y Asia están ya muy presentes. Todos los países son bienvenidos.


La Iglesia en misión por la paz

Aunque está dominada por un castillo, la pequeña ciudad de Lourdes ha vivido bastante alejada de los conflictos de su tiempo y de las guerras que se preparaban. Pero hay algunas fechas que marcaron trágicamente a Francia, a Europa y, por consiguiente, a Lourdes: 1870, 1914-1918, 1939-1945.
 
Durante las guerras, Lourdes acoge y cura a los heridos. Después de las guerras, reza por los muertos, consuela a los vivos, reza por la paz. 

En esta perspectiva es como hay que entender la Peregrinación Militar Internacional que reúne a hombres (y ahora también a mujeres) de países que lucharon entre sí, o que, incluso hoy, tienen todavía dificultades para entenderse. Lourdes fue a donde, por primera vez después la segunda Guerra Mundial, vinieron soldados alemanes de uniforme.
 
¿Quién, mejor que los soldados, conoce los desastres de la guerra y el precio de la paz?


La Iglesia en misión, alimentada por la Eucaristía

Bernardita regresó de Bartrès a Lourdes para poder prepararse, finalmente, para la Primera Comunión. Esa preparación se la asegurará la Señora de Massabielle. Bernardita recibió la primera comunión el 3 de junio de 1858, en la capilla de las Hermanas de Nevers.  Es la 4ª  etapa del Camino del Jubileo.

La Virgen había pedido una capilla. El párroco y el obispo emprenden la construcción, sin tardar, después del reconocimiento oficial de las Apariciones, en 1862. Antes de marcharse de Lourdes en 1866, Bernardita asistió a las primeras Misas celebradas en  la Gruta o en la cripta de la Basílica Superior. 

Bien pronto se instaurará la procesión del Santísimo y la bendición de los enfermos. Este es uno de los momentos más importantes de cada jornada en Lourdes.

La adoración, por su parte, ha recuperado mucha importancia desde hace algunos años. Se le han reservado, primero una capilla y luego una tienda más amplia. 


La Iglesia en misión para el encuentro interreligioso

Lourdes es un lugar netamente católico. Esto no le impide estar abierta a todos los cristianos y tener un puesto en la búsqueda de la unidad (véase la misión 4). Por una paradoja aún más sorprendente, Lourdes es también un lugar abierto a otras religiones, a otras espiritualidades.

Igual que todos los  santuarios marianos, Lourdes es frecuentada por musulmanes, sobre todo por mujeres, dado que María es muy venerada en el Corán. Pero, en un ambiente religioso distinto, María es venerada también por los hindúes. El santuario de Valankani, en la India, considerado como el "Lourdes de la India", es prueba de ello. 

Estos creyentes venidos de otras partes se comportan en Lourdes, especialmente delante de la Gruta, con un respeto que ya quisiéramos constatar en todos los peregrinos católicos…


La Iglesia en misión para los marginados

Desde el principio, Lourdes ha intentado poder acoger a los peregrinos con menos recursos económicos. Los refugios del peregrino se fueron sucediendo cerca de la Gruta. El primero fue una rotonda con techo de paja, en el actual emplazamiento de la  Virgen Coronada.  Un huracán lo barrió. 

Al acercarse el centenario, Mons. Théas, obispo de Tarbes-Lourdes, pidió a Mons. Rodhain, fundador del "Socorro Católico" (Caritas), construir un verdadero pueblo. Fue la "Cité Secours" (Ciudad Ayuda), que se convirtió luego en la "Cité Saint Pierre" (Ciudad San Pedro).

Con discreción y respeto, el Santuario acoge a personas y a grupos que, por distintas razones, se sienten marginados por la sociedad: el alcohol, la droga, el sida, la prostitución. La explotación de la mendicidad no debe encubrir las desgracias de verdad, aunque el discernimiento es a veces difícil. 

 

 

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